Ayer encontrábame yo tranquilamente, viendo el tour, mientras esperaba el momento de ir a escalar a la Grieta . La pereza se hacía dueña de mi, mientras en el ruidillo de fondo se oían los pedaleos incesantes, cadenciosos y jadeosos del Armstrong ese, en busca de las más altas cimas alpinas.
Así me andaba (más bien me dormía) cuando sufrí un ataque más de la bestia. Un ataque despiadado de Maggie. Yo creo que cuando era pequeña nació en una bolsa de Magnesio, porque tiene las patitas blancas y nunca resbala. A sus dos meses tiene muchas más virtudes escaladoras que yo. Ella si bloquea, lanza, aguanta de un brazo, sus antebrazos no se cansan, y tiene una técnica felina realmente destacable.
El ataque (el de maggie, que no el de Armstrong) pude controlarlo finalmente y acabó con unos lametones dignos de una película de Disney.
1 comentario:
Hay que dominar a esa fiera!!
(porque con dos en casa...)
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