lunes, 26 de abril de 2010

Veleta, penúltima parada....

Aunque el chip de esquiar ya se va quitando poco a poco, y resulta raro salir de casa con 20º y un sol deslumbrante con la furgo llena de esquís, todavía nos resistimos a terminar la temporada.

Este finde como las previsiones no eran demasiado buenas para el pirineo nos fuimos en busca del buen tiempo del sur, a subir esa cumbre que tanto glamour pierde con sus laderas llenas de remontes que es el Veleta.

El día prometía bueno, bueno, y la subida desde el parking de las autocaravanas se podía hacer toda con esquís. Unos 1000 m de desnivel en 5,5 km que se dejan subir muy bien por pendientes moderadas.

Hacia el final, ya en la media ladera que sube al Veleta, estaba todo muy heladito, así que para subir con más comodidad nos pusimos los crampones para parecer alpinistas de esos de los buenos.

El tiempo parecía aguantar, con no mirar hacia atrás no se veían las nubes venir poco a poco...
Pronto llegamos (bueno más tarde que pronto) a la arista donde ya se puede ver el couloir norte del veleta donde había unos imprudentes subiendo, un poquito tarde teniendo en cuenta las viseras que hay en la zona superior a la ruta.
La verdad es que impresiona ver a la gente subiendo por ahí, aunque no sea difícil la verdad es que impone
Pero bueno nosotros a lo nuestro y subiendo hacía la cumbre poco a poco

Y las nubes que empieza a asomar, pero bueno ya solo quedaba bajar

Así que nos comemos unas barritas, unos dulces, y la verdad es que tantos dulces........................................


Y un pajarillo simpático en la cumbre al que le insistimos en que los dulces no son buenos para la dentadura

Fin


martes, 13 de abril de 2010

Una pequeña obsesión....

Ultimamente, a lo mejor y solo a lo mejor, hemos estado un poco obsesionados con el esquí de montaña. Esa actividad que te hace sentir como si fueras algo especial.

La última y no tan exitosa salida, fue al pico Castanesa, que está por ahí por el pirineo, en las proximidades de Cerler.


Por motivos variopintos que no vienen al caso los miembros de la expedición fueron reduciéndose según subíamos. De todas formas como uno hizo cumbre podríamos considerar que fue un medio éxito.



El recorrido es mu pero que mu bonico, sobre todo los tubos esos entre árboles que cuando subes te parece de lo más encantador y sin embargo cuando vas a bajar te encantaría que hubieran talado todos esos jodidos obstaculos de madera con ramas para no partirte la crisma contra ellos  :)



La subida es algo empinadilla y con algún flanqueo raro, pero la nieve era excelente y además con tanta huella, pues hay que ser un poco bruto para perderse.
Yo, una vez que decidí que era hora de darse la vuelta, pues me dije, como capitán freerider que soy, a mí nadie me quita que desvirgue esa peazo de pala que estoy viendo ahí arriba. Así que, esquís a la espalda y a patear como si fuera un EMBA.

Luego ya más abajo, disfrutamos un montón esquiando entre los pinos, o más bien esquivando los pinos.
Con algunas palas bastante, pero bastante inclinadillas.


Y finalmente, para intentar volver a los orígenes subimos el día del partido del siglo a dormir al Yelmo, por que había algo que celebrar y por que desde allí esperabamos no oir los enfervorizados gritos futboleros. 

Hicimos una vía, facilita, para volver con tranquilidad, para hacer ese cambio del deslizamiento al adherenciamiento




Pero, no sé, la verdad es que creo que sigo obsesionado con el esquí de montaña, creo, que, en ocasiones, veo esquiatorssss