El tiempo no es que haya sido nuestro aliado durante las vacaciones, así que mientras nos acercabamos al parque nacional del Mt. Cook no había muchas esperanzas de poder ir a esquiar al Glaciar Abel Tasman.
La primera vez que pude ver el Mt. Cook, se me calleron los palos del sombrajo..........
Así que después de recojerlos, fuimos al Sir Edmun Hillary Alpine Center, a presentarle nuestros respetos a tan ilustre escalador.Y dando un paseito por los alrededores, parecía que el tiempo mejoraba y el Mt. Cook se nos presentaba con sus mejores galas, vestido de invierno para la ocasión.
Después de una gélida noche en la fregoneta, el día amaneció..........espectacular.
Con la perspectiva de tener un gran día de esquí, nos fuimos al micro aeropuerto. Allí además de los 7 que ibamos a hacer el mt. cook, había un montón de chinorris (más bien japoneses) dispuestos a hacer Heliski vestidos como si fueran un peronaje de una película manga.
Nuestro plan, era un poco más tranquilo, solo 7 esquiadores, un guía (más que nada por no caer en una grieta, que debe hacer mucho frío) y que nos llevaran en avioneta a la cima del glaciar.
Aunque con cierta intranquilidad sobre las habilidades de una avioneta aterrizando en un glaciar, pude disfrutar del vuelo y hacer algunas fotos.
Primero, el monte Cook a la izquierda y debajo el lago que se forma en la terminación del glaciar Abel Tasman.
Y este es el aspecto del glaciar que ibamos a bajar esquiando.
En total, 10 km de bajada, que se hace dos veces............ por que así te cobran el doble de dinero................no te dan la opción de hacerlo solo una vez.....
El guía y el piloto, charlaban amigablemente sobre sus cosillas. Nosotros a lo nuestro, total con el ruido no se entendía un carajo.
Así que felices y contentos, aterrizamos en la nieve cual carro de caballos por calzada romana bacheada.
Una vez anievizados (supongo que se dirá así, si se dice amerizar, aterrizar.......) y recogidas las dentaduras del suelo de la avioneta, escuchamos atentos las recomendaciones del guía.
Pero el guía seguía empeñado en que iba a hacer mal tiempo.
Nosotros, a lo nuestro a disfrutar del esquí, de la nieve, de las buenas vistas, del buen tiempo reinante....
El guía pesao, decía que aquí en un pispas se meten las nubes y la avioneta ya no podría venir a por nosotros.
Así que nos hizo bajar todo lo rápido que nuestras habilidades como esquiadores nos permitían, es decir, más bien despacio.
Y llegamos al punto de encuentro con la avioneta............................
Así, que la situación se puso un pelín tensa, el guía pilló el walkie y llamó a la base, mientras perdía los nervios....
Así que nos recomendaron bajar tooooooodooooooooo el glaciar, hasta el límite de lo esquiable y grietable, y allí mandarían un helicóptero con un piloto guay y valiente como los de las pelis.
Una vez abajo del todo, un helicóptero nos recogió con amabilidad y nos saco de aquel "infierno" de nieve suave y bellas montañas, mientras las nubes ya cubrían el glaciar por el que hacía 10 minuticos que habíamos pasado.
Esta fue la verdadera historia (convenientemente dramatizada y exagerada) de un gran día de esquí.
5 comentarios:
Pero al final llegó ese marrón o era parte de la diversión contratada? :D
Salu2
PD: Me encanta la foto 5º!
sí que llegó, pero como de allí es complicado salir caminando, te sacan en helicóptero antes de que la cosa se ponga más fea.
Afortunadamente por el marrón no te hacen pagar, que si no....
saludos
La conversación entre piloto y guía no tiene desperdicio...
a mí también me utalía il con el paso xun-go
ja,ja, chinita, ya me imaginaba yo que algo así podía pasar :)
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