miércoles, 29 de abril de 2020

NOS QUITARON LOS ABRAZOS

Seguimos en estado de Alarma, lo cual parece alarmante. Pero ya nos vamos acostumbrados a estar alarmados, ahora ya estamos calmadamente alarmados.

Han sido semanas extrañas, raras, y las que vienen no dejaran de serlo.

Por fin salimos con nuestros hijos a la calle, en nuestro caso somos muy afortunados, eso significa que salimos al campo a explorar la primavera, que no sé si será verdad pero a todos nos parece extrañamente maravillosa. Será que hay menos contaminación, será que hay menos ruido artificial, pero el caso es que el campo está bonito como nunca. O siempre lo ha estado y antes nos fijábamos menos.

La semana pasada este virus se llevó a mi tío Cándido, a él, una persona joven, sana y con unas vitalidad y ganas de disfrutar la vida como nadie. Pero no se ha ido del todo, en cada uno de nosotros queda un poquito de él. De esa buena persona, que siempre tenía gestos amables, contaba anécdotas graciosas y con una sencillez digna de admirar. Así que un poquito de todo eso queda en nosotros. Te echaremos de menos, pero seguirás de algún modo estando presente entre nosotros.


El caso es que iba a hablar de como echamos de menos los abrazos, pero me he liado ;)

Pues eso, que ahora que nos los han quitado, es cuando nos damos cuenta de lo que perdemos cada vez que dejamos de dar un abrazo, un beso, un gesto de cariño.

Poco a poco iremos volviendo a una extraña realidad que pasara de ser extraña a ser normal, lo que era normal, ya no lo será por un tiempo. Pero da igual, estamos diseñados para acostumbrarnos a lo que haga falta, solo necesitamos un tiempo de adaptación, unos más que otros, pero al final todos hemos aprendido a vivir calmadamente alarmados.

Esperemos haber aprendido, que el planeta no es nuestro, ni mucho menos, y que como no cuidemos nuestra casa, ésta nos va a echar a patadas. No deja de ser paradójico que un bichito invisible ha acabado con el "estado de bienestar", es decir, consumismo masivo, culto al cuerpo y no a la mente, las ligas de futbol, carreras de coches, motos, espectáculos, vuelos internacionales, vacaciones, etc.

Todo, toda esa industria de consumo enfocada al ocio (a entretenernos) se ha tenido que parar, y nos hemos dado cuenta de que de todo eso podíamos prescindir, pero de las pequeñas cosas, de los abrazos, no, eso no es prescindible.