Como mi papi sigue pelín estresado (no entiendo porqué el no llora cuando quiere algo como hago yo, porque la verdad es que funciona) pues he decidido hacerme de nuevo con los mandos del blog y contaros de qué va eso de la nieve.
Y lo primero es pillar la "fur" y largarnos a donde haya nieve.
Y una vez en el sitio, lo primero es poner el chalet a pie de pista.
Mamá también disfruta de lo lindo sin la presión de no poder caerse para no estropearme la siesta.
Y Roque como siempre yendo de listillo......
Total que vista la preparación yo pensaba que me iban a llevar por lo menos a la cumbre del Aneto y resulta que el destino era un monasterio al que, en invierno, solo se llega por la nieve, y creo que se llama Montgarri
Luego de vuelta al casoplón a pié de pista toca ducharse, relajarse y posar para ese megabook que me están haciendo. Y ya se que tengo tipo de modelo, pero me están quitando las ganas para cuando tenga edad.
Y luego, por la noche mientras el esforzado papá sale a nosecuantosbajocero a sacar al perro aprovecha para hacer fotos, que él llama artísticas, aprovechando la luna llena.
Y al día siguiente, el flipao de mi padre, madruga para irse a entrenar porque se ha apuntado a no se que carrera en una isla volcánica, y digo yo, que narices tiene que ver esto con correr por volcanes abrasándose los pies.
Así que como va solo, pues se hace unos selfies muy raros que ni se le ve la cara.
Y cuando vuelve medio reventao, pues otra vez se coge al guiñapo se lo echa a la espalda y venga, otra vez de excursión a que me eche una siesta.
Y no se que le pasa a Roque que se cansa más de la cuenta....
Y la nieve no solo se ha quedado aquí, sino que veréis como ha seguido así el resto del invierno...
Continuará..........................(vamos que lo dejo aquí que teclear con estos dedos tan pequeños es un poco incómodo, y además la mano no me abarca el ratón, y que me está entrando sueño).