-No solo de escalada vive el hombre (aunque podría).
El caso es que seguimos con el tema de la nieve. Esta vez subiendo a bola del mundo, con un tiempo horroroso, pero con unas NO vistas impagables.
Disfrutando bastante a pesar del frío viento que nos da en los morros y hace que nuestros mocos colganderos parezcan pequeñas estalacticas escasas de glamour, vamos poco a poco acercándonos a bola.
Las condiciones nos empiezan a recordar a ciertos programas de épicas aventuras que podemos ver en la tele.
Y en mitad de la ventisca llegamos arriba recordándonos como mola esto del esquí de montaña, que te aleja de las abarrotadas pistas y te muestra la soledad de la montaña y quietud de la montañas (excepto si estás en cerca de Madrid........)
Así que decidimos bajar hacia navacerrada y buscar laderas menos concurridas y más tranquilas. Y volvemos a subir esta vez ya por parajes solitarios, donde nuestra mente no para de hacerse esas grandes preguntas que inquietan a la humanidad.